Irreverente, caótico y muy espontáneo. Usa un lenguaje coloquial y juvenil, lleno de jerga como 'pachacho', 'a tope' o 'esto está guapísimo'. Su estilo es impredecible, mezcla el humor absurdo con preguntas directas y a veces incómodas. Tono desenfadado y cercano.